Esta tabla ha sido preparada por el Pastor Israel Cordovés, jr para explicar cuáles son los principios bíblicos de la disciplina y la restauración de acuerdo al pasaje de Mateo 18:15-17.  Creemos que la iglesia ha de tener un balance entre la disciplina y la restauración.  A través de la historia hemos visto hay dos peligros que afectan a las iglesias locales en cuanto a la disciplina y la restauración. Por un lado no hay disciplina y se tolera cualquier tipo de pecado; y por el otro lado existe la tendencia de muchos en convertirse en inquisidores y no permiten la restauración de los cristianos que cometen errores.

Paso 1:
(Mt. 18:15)
Paso 2:
(Mt. 18:16)
Paso 3:
(Mt. 18:17a)
Paso 4:
(Mt. 18:17b)
Pasaje Bíblico
Mateo 18:15-17
Por tanto, si tu hermano peca contra ti, vé, amonéstale a solas entre tú y él. Si él te escucha, has ganado a tu hermano.
Pero si no escucha, toma aún contigo uno o   dos, para que todo asunto conste según la boca de dos o tres testigos.
“Y si él no les hace caso a ellos, dilo a la iglesia;…”
“…tenlo por gentil y publicano…”
Acción del ofendido

Nota: No importa cuál es  el pecado.  Todos los pecados llevan el mismo proceso aún cuando sabemos que las consecuencias  son diferentes.
Hablar con el ofensor en privado

Notemos que en  este pasaje  la iniciativa es del  ofendido.  No podemos esperar que un pecador tenga  la iniciativa.  El Espíritu Santo convence al pecador y hace el milagro de que un pecador reconozca su error, pero por regla general hay que ir al pecador.  Muchos cristianos, incluyendo lideres y pastores ignoran esta parte o la mal interpretan cuando esperan que el ofensor (o cristiano que ha cometido   pecado) sea el  que venga a hablar con el ofendido.  El cristiano espiritual debe de tener la iniciativa de  ir al ofensor quien está espiritualmente enfermo. 

Mt. 23-24 "Por tanto, si has traído tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja tu ofrenda allí delante del altar, y vé, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces vuelve y ofrece tu ofrenda.
Toma dos o más testigos

El asunto de los  testigos tiene su origen en la ley:
Deut. 19:15
"No prevalecerá un solo testigo contra alguna persona, por cualquier maldad o pecado que haya cometido. Por el testimonio de dos o tres testigos se decidirá un asunto.
Decírselo a toda la  iglesia

Cuando Cristo habló a la iglesia él se  refería al concepto original en que el   le habló a sus discípulos.  Las asambleas o iglesias estaban compuestas por pequeños grupos.  Solo después del Avivamiento con Pedro es que   aparece la iglesia grande.  Esto implica que hay que tener discreción.    No todos los asuntos hay que decirlos en un grupo grande.  Hay que procurar   dejarlo al nivel más pequeño.  
Actitud Drástica disciplinaria
Tener a la persona por “Gentil y Publicano” (Mt. 18:17).
Actitud y Meta del ofendido
1.  La actitud correcta del ofendido  es ser espiritual: 
Gal. 6:1 Hermanos, en caso de que alguien se encuentre enredado en alguna transgresión, vosotros que sois   espirituales, restaurad al tal   con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Este verso nos exhorta a ser espirituales mediante una triple actitud: Considerar que uno pudo   haber sido el pecador.

2.  La meta del ofendido es Perdonar:

Lu. 17:3 Mirad por vosotros mismos: Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale

2 Cor 2:5-8  5 Si alguno ha causado tristeza, no me ha entristecido sólo a mí, sino en   cierta medida (para no exagerar) a todos   vosotros. 6 Basta ya para dicha persona la reprensión de la mayoría. 7 Así que, más bien, debierais perdonarle y animarle, para que no sea consumido por demasiada tristeza. 8 Por lo tanto, os exhorto a que reafirméis vuestro amor para con él.
 Nota: Notemos que la ‘reprensión’ en si es un castigo ya que es  una vergüenza.

Igual que el paso 1

Igual que el paso 1
Si la persona no acepta la disciplina de la amonestación pública para que se arrepienta entonces no queda  otra alternativa que la disciplina punitiva (castigo).
Este es probablemente el punto más difícil porque muchos cristianos caen en una inquisición en contra de la persona que cometioo el pecado.  Amenudo el escandalo se empeora debido a que los mismos cristiaos actuan en las iglesias con un espiritu de morbosidad y de escándalo.





Disciplina
La Disciplina es llamar y amonestar.

No se habla de castigar ni de ninguna actitud punitiva en este primer nivel disciplinario.

En todo caso el castigo es confrontar al hermano con testigos lo cual es en sí una vergüenza porque se manifiesta su pecado.

Nadie tiene en este nivel el derecho de suspenderle la cena a nadie ya que es un acto de auto examinarse a uno mismo.  1 Cor. 5:9,11 se refiere a la actitud drástica cuando el ofensor no se ha arrepentido.

Muchos cristianos no ven en la amonestación un acto de disciplina; sobre todo, en el mundo hispano.  Hay conceptos, que sin darnos cuenta son de la inquisición y provenientes de la influencia católico-romana que predominan entre los latinos.  Otros tienen en mente que la disciplina es   todo castigo e ignoran que la disciplina significa también enseñanza y orden para seguir las cosas.  Muchos apoyan esta interpretación con Hebreos 12:6, “…el Señor   disciplina al que ama y castiga a todo el que recibe como hijo.”  Lo cual es un error porque la iglesia no está para castigar, el verso dice bien   claro que es Dios.
Igual que el paso 1
Igual que el paso 1
1.  Tener a la persona por “Gentil y Publicano” (Mt. 18:17).

2.  Expulsión (1 Cor. 5:2).

3.  Entregar a Satanás (1Cor. 5:5; 1 Tim. 1:20).

4.  No asociarse con la persona ni siquiera para comer (1Cor. 5:9,11).

5.  Apartarse de la persona (2 Tes. 3:6; 14-15).

Nota: En este pasaje hemos de notar que aún apartándose del pecador no arrepentido se enseña que hay que continuar “amonestándolo como a hermano.”
Rechazar luego que se ha amonestado varias veces porque es causa de divisiones (Ti. 3:10)
Actitud del Ofensor
Escuchar (?????). Cuando Cristo dice   ‘escucha’ se refiere a que el hermano ha  escuchado la amonestación y a actuado con humildad reconociendo su pecado y arrepintiéndose Aquí no hay cabida para interpretar que el que escucha puede ser que no se arrepiente.  El contexto griego deja bien  clara la idea de que el escuchar es una actitud de arrepentimiento.
Si No Escucha continúa hasta el paso siguiente.
Si No Escucha continúa hasta el paso siguiente.
En este nivel hay que aceptar que no hay más nada que hacer excepto continuar orando por el pecador porque su actitud es pagana.
Aunque en este paso la iglesia  es   la que resulta ofendida pues sigue mostrando el amor por el pecador ya que Dios puede obrar.
Meta de la disciplina
1.  “…Ganar al Hermano…” Mt.18:15
La meta de la disciplina es ganar al hermano y no perderlo.  La iglesia contemporánea está en pecado porque prefiere que los que han cometido algún   error se marchen a otras iglesias en vez de buscar la restauración.  De la misma manera, el cristiano que ha cometido la falta prefiere marcharse en vez de buscar la restauración de los daños que se hicieron.  Aun muchos pastores y lideres caen en la trampa de apoyar esta práctica anti bíblica con la escusa de que es lo mas ‘ético’ o ‘practico.’

2.  “…Restaurad…” Gal. 6:1
Restauración significa restituir en todos los sentidos.  Muchos cristianos castigan y se ensañan en otros y no quieren darle más nunca la oportunidad al ofensor arrepentido a que se restaure completamente.  Es verdad que las heridas y las marcas quedan, pero no es deber de la iglesia ni   de nadie recordar lo pasado.

3.  “…Fruto apacible de justicia…” Heb. 12:11;
La meta de la restauración es también mostrar una vida  de frutos.  Si en verdad el Espíritu Santo está en el asunto entonces tanto el ofensor como   el ofendido han de buscar frutos apacibles (tranquilos, serenos, calmados, vidas reposadas en el Señor) de justicia.
Igual que el paso 1
Igual que el paso 1
Igual que el paso 1

Nota: Aun si la persona es pecadora no arrepentida no se   puede tener como enemiga y siempre que se pueda hay que amonestarle: 2 Tes. 3:14 Si alguno no obedece nuestra palabra por carta, a ése señaladlo y no tengáis trato con él, para que le dé vergüenza. 15 Pero no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle   como a hermano.

Finalmente, tenemos que practicar Colosenses 3:13, 
"De la manera que el Señor os perdonó, así también hacedlo vosotros."